Café y el cambio climatico

Café y el cambio climatico

¿Cómo afecta el cambio climático al café?

Los efectos del cambio climático en el mundo del café son una realidad que no podemos ignorar. El café es una de las materias primas más comercializadas, es el sustento de 125 millones de personas en la industria y se estima que el cambio climático afecte al 80% de los caficultores que precisamente son los más pequeños y vulnerables.

Los cafetos −las plantas de café− en su desarrollo y producción, dependen sensiblemente de condiciones climáticas como temporadas de lluvia, horas de exposición a la luz solar, temperaturas entre 18 y 22 °C y la humedad. Por lo tanto, los cambios inesperados o abruptos en estos patrones climáticos generan una serie de efectos directos e indirectos asociados a la degradación del suelo, proliferación de plagas y enfermedades, y, por lo tanto, una reducción de la productividad y la calidad del café.

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Cafeto con cerezas deficientes debido a la interrupción de la lluvia en la época de floración – finca El Bosque en Honduras

¿Cómo afectan los cambios en el clima al cultivo de café?

Los caficultores miran con preocupación que, aunque en las zonas donde se cultiva el café es común la variabilidad en las lluvias, ya no resulta tan predecibles las temporadas de precipitaciones y hay extremos en cuanto a cantidad de lluvia tanto en exceso como en épocas de sequía.

Para conocer la experiencia real en un país productor de café, conversamos con Osman Coto, caficultor de la finca El Bosque en Honduras.   En Honduras los cultivos de café se han acoplado a los patrones de lluvia típicos que solían ser de mayo a octubre; sin embargo, en los últimos años existe un desorden en la llegada de la temporada lluviosa. Este desorden, comenta Osman, afecta la floración del café, “mucha de la flor que aparece con las primeras lluvias se pierde ya que no continúa lloviendo”, lo cual afecta el ciclo regular del café.

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Cafeto afectado por antracnosis– finca El Bosque en Honduras

Cuando la lluvia es intensa, se crea un ambiente de mayor humedad propicio para la proliferación de plagas y enfermedades. El exceso de lluvia o lluvia en épocas no previstas provoca que las cerezas maduren en exceso y caigan al suelo, atrayendo a la broca.  La antracnosis, explica Osman, es un hongo que aprovecha estas situaciones creadas por el clima y provoca deficiencias en las plantas. Otra plaga con la que Osman ha tenido que lidiar en su cultivo es la cochinilla, que “ha surgido por el aumento en la humedad a causa del exceso de lluvia. La cochinilla afecta principalmente a las raíces del café pudiendo ocasionar incluso su muerte. Se alimenta de la savia del café, eso genera que se liberen algunos azúcares, lo cual a su vez atrae a las hormigas”, explica.

Adicionalmente, el clima extremo de lluvia también impacta en la infraestructura de soporte: daña caminos y carreteras, daña construcciones, hace difícil el control de la temperatura de almacenaje de los sacos de café, etc.

Como este cultivo se ha adaptado a la topografía, generalmente con mayor calidad en las zonas altas, para que los caficultores puedan seguir manteniendo la misma o mejor calidad del café, se busca una migración hacia mayores altitudes. Este es otro de los efectos del cambio climático en el café: la pérdida de áreas idóneas para su producción. Esto afecta, de manera particular, a las zonas bajas, por la generación de plagas y modificaciones en las características del suelo para cultivo, por lo que los caficultores migrarán hacia zonas de mayor altitud.

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Cultivo de café – finca El Bosque en Honduras

Evidentemente, no todos los agricultores estarán en la capacidad de hacerlo, en especial los de pequeña escala, poniéndolos en una situación de vulnerabilidad. Hacer frente a retos como el mantenimiento del cafetal, la renovación por envejecimiento de los cafetos, los brotes de plagas y enfermedades, la migración hacia mayor altitud requiere de tiempo e inversión, dos aspectos que no abundan en la realidad de los caficultores a pequeña escala. Esto significa que las fincas necesitarán adaptarse para aumentar la resiliencia de las comunidades caficultoras. Los pequeños caficultores posiblemente no tengan los recursos para actuar de forma inmediata. por lo que la calidad y cantidad de producción se verá afectada. Esto a su vez impacta también en el precio de su producto.

¿Qué pueden hacer los caficultores para enfrentar esta situación?

En la finca El Bosque se han implementado buenas prácticas agrícolas para el suelo, manejo de agua y control de plagas. El propósito de esto es mantener la productividad a pesar de la pérdida de las condiciones ambientales adecuadas. Es recomendable cambiar el plan de fertilización, usar cultivos de cobertura para nutrir el suelo y cambiar las fechas o distancias de siembra.

Otra práctica importante para regular la temperatura es plantar árboles de sombra. Se ocupan árboles altos y que sean compatibles con el café. Esto ayuda a generar un microclima adecuado y sirve también como escudo contra el viento y la lluvia excesiva.

 

Cambio climatico y café
Generación de sombra con árboles compatibles con el cafetal – Chacra d’Dago en Perú

 

Una práctica importante que se ha implementado en fincas como la Chacra d’Dago en Perú es la biodinámica y la diversificación de cultivos, lo que tiene varios propósitos: por un lado, aumenta la resiliencia de las plantas, sirve como protector natural ante distintas plagas, el caficultor puede diversificar sus ingresos y reduce su dependencia a un solo producto, esto además ayuda a garantiza su seguridad alimentaria.

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Cultivo diversificado: plátano intercalado con cafetos – Chacra d’Dago en Perú

Los países caficultores usualmente tienen institutos de investigación donde se producen semillas cada vez más resistentes a las plagas. Existen alrededor de 20 institutos a nivel mundial encargados de este desarrollo: en Colombia está CENICAFE, en Honduras IHCAFE, Guatemala ANACAFE, etc. Esto proporciona a los caficultores poder realizar un traslado progresivo de cultivo hacia otro con semilla certificada más resistente al clima y a las plagas.

Estas son medidas de adaptación que pueden ayudar con el proceso y cuanto antes se implementen, mejor reacción se podrá tener. Para terminar, Osman señala que es extremadamente importante el permanente monitoreo del cafetal para poder tomar las medidas correctivas o adaptativas. El esfuerzo es inmenso pero el fruto vale la pena.

¿Un futuro sin café? Ni pensarlo.


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